Por desgracia, el estado de pánico de Stormy dificultó aún más las labores de rescate. Fue necesario actuar con rapidez para calmar al angustiado animal y evitar la posibilidad de que se ahogara. Afortunadamente, los bomberos de Mesa estaban acompañados por un veterinario, y el capitán Forrest Smith (en la foto) indicó al veterinario que tranquilizara al agitado caballo.
Con Stormy tranquilizado, los rescatadores pudieron proceder con su plan. Tenían que sacar al caballo de la piscina sin causarle lesiones, asegurándose de que su cabeza permaneciera por encima del agua. Para sacar a Stormy de la piscina de forma segura, el equipo de rescate decidió que lo mejor era utilizar correas resistentes para sujetarlo, teniendo en cuenta su peso y su estado de cojera.