David no podía entender cómo la chica había logrado encontrarlo, pero sabía que él era el único que podía haber publicado el video. En los primeros mensajes, la mujer le pidió a David casi demasiado amablemente que eliminara el video antes de que alguien más pudiera verlo. David estaba confundido: ¿era realmente la misma mujer que había bloqueado su camión y se negaba a moverse? Tuvo que revisar su foto de perfil para ver si realmente era ella, pero lo era. ¿Quizás ella no era tan terrible como había pensado?
Por un minuto se arrepintió de lo que le había hecho, pero luego continuó leyendo los otros mensajes que ella le había enviado minutos después del primero. Porque al no responder a sus mensajes, ella cambió su forma de dirigirse a él. En lugar de pedirle ayuda, comenzó a exigirle y le dijo exactamente lo que quería que hiciera. «Ahh allí ella está de nuevo…», murmuró.