Como regla personal, la mujer evitaba usar la tecnología durante las primeras dos horas del día para despejar su mente. Ya estaba usando tanto las redes sociales que necesitaba esas dos horas de tiempo sin conexión para descansar y desconectarse del mundo. Sin embargo, esto significó que se perdió todas las notificaciones y mensajes que habían inundado su teléfono mientras estaba desconectada.
Y esta vez, no fueron solo algunos mensajes insignificantes de sus amigos sobre qué ponerse o actualizaciones de sus influentes favoritos. No, esta vez era algo serio, algo que no podía ignorar…