Hombre descubre razón escalofriante detrás de los problemas respiratorios que interrumpen su sueño

Increíble video: hombre que no puede respirar por la noche, contacta a las autoridades después de revelar una verdad alarmante

«¡NO PUEDO RESPIRAR, NO PUEDO RESPIRAR!». La mente de Kevin se aceleró, instando frenéticamente a su cuerpo a despertarse. Su mente estaba alerta, pero su cuerpo seguía sin responder, dejándolo incapaz de abrir los ojos. El pánico se apoderó de él, haciéndole estallar en un sudor frío. «¡POR FAVOR DESPIERTA!». Intentó desesperadamente despertarse de ese estado paralizante, pero su cuerpo se negó a cooperar.

Por fin, después de lo que pareció una eternidad, el cuerpo de Kevin comenzó a funcionar de nuevo. Con toda la fuerza que pudo reunir, se levantó y se liberó de la impactante sensación. De repente, estaba completamente despierto, sentado en su cama en medio de la noche. La habitación estaba oscura y extrañamente silenciosa. Los ojos de Kevin recorrieron la habitación, preguntándose qué estaba pasando y por qué estaba sucediendo eso otra vez.

El corazón de Kevin latía con fuerza. En el silencio de la noche, parecía que los latidos de su corazón se hacían todavía más fuertes. Todo lo que podía oír eran los golpes incesantes, cada latido más fuerte que el anterior. Kevin examinó la habitación. ¿Vio algo allí en la oscuridad o su mente le estaba jugando una mala pasada? En la oscuridad de su dormitorio, sintió como si una sombra siniestra se acercara poco a poco a su cama. El miedo continuó creciendo en su interior, y sabía que necesitaba escapar de inmediato.

De pie sobre los fríos azulejos de la cocina, Kevin empezó a recuperar el aliento. Su frente y su cuerpo estaban empapados de sudor. Mientras el sudor caía de su frente, luchó por respirar en la habitación con poca luz, aún ajeno a la causa de su angustia nocturna.

Esta fue la tercera vez esa noche que había experimentado un episodio de este tipo. Tampoco fue un incidente aislado; últimamente, esto le había estado sucediendo regularmente. Cada vez que se acostaba, se despertaba sobresaltado, sintiéndose como si se estuviera asfixiando. Casi parecía como si alguien o algo estuviera en la habitación, asfixiándolo deliberadamente y atormentando su vida.

Al principio, Kevin no le prestó mucha atención. Había experimentado la sensación de asfixia varias veces, pero una vez que finalmente se despertó, pensó que simplemente sería un mal sueño. Se reía de su propia reacción dramática y volvía a dormirse, como si nada hubiera pasado.

En realidad, sin embargo, la situación estaba pasando factura a su vida. Los problemas respiratorios inexplicables por la noche no solo afectaron su sueño; también tuvieron un impacto significativo en su vida diurna. Debido a su falta de descanso, Kevin tuvo problemas para concentrarse durante el día. En consecuencia, su rendimiento laboral decayó y su vida social también sufrió.