A la mañana siguiente, Maya abrió su correo electrónico y encontró un mensaje de Claire. El asunto sólo decía: Gracias por tu insistencia. Le temblaron las manos al abrirlo. Claire había hablado con el registro de donaciones. El hospital había confirmado lo que ella sospechaba desde hacía tiempo.
El hijo de Claire, Evan Reed, había sido el donante de corazón de Lily. Maya leyó la línea una y otra vez, sin aliento. Cada gruñido, cada quejido, cada noche sin dormir: el puzzle encajaba por fin. Milo no había estado protegiendo a la chica. Había estado protegiendo el corazón que ya amaba.