Un pasajero engreído le falta el respeto a su perro de servicio, pero no está preparado para lo que se revela..

Liam no pudo evitar notar el cambio en el comportamiento de Clara. Aunque seguía visiblemente alterada, la intensidad había disminuido ligeramente. Atlas seguía allí de pie, inmóvil, y su presencia afirmaba en silencio que él no era el enemigo. Clara no estableció contacto visual con Liam, pero su agresividad anterior se suavizó.

Los pasajeros que los rodeaban observaban en silencio, muchos de ellos sintiendo una extraña mezcla de simpatía y satisfacción. Habían sido testigos de la hostilidad de Clara durante todo el vuelo, pero ahora, mientras estaba sentada en silencio, mirando fijamente a Atlas, ellos también se dieron cuenta de que se había producido un cambio sutil. La tensión empezó a disminuir ligeramente.