Una madre da a su hijo en adopción, 18 años después ve su collar en las noticias y se da cuenta del error

Una nota garabateada en los márgenes llamó su atención: No reclamado por la familia adoptiva, colocado en la caja de recuerdos del niño. Se quedó sin aliento. El collar se había quedado con él. La posibilidad ya no era abstracta, era real. Preguntó si había alguna forma de saber dónde había ido a parar esa caja.

Las normas, los formularios y las cláusulas de confidencialidad se alzaron como muros, pero Mara insistió. Al final, un asistente social comprensivo insinuó que la caja de recuerdos había sido entregada a los padres adoptivos del chico cuando se graduó en el instituto. Eso significaba que, si lograba encontrarlos, podría encontrar el collar y contarle todo lo que le esperaba.