Un león se niega a moverse durante días: un veterinario no podía creerlo cuando descubrió el motivo

La sala de control se llenó de ruido. Los guardianes se agolparon alrededor de los monitores, con voces superpuestas. «¿Qué ha sido eso? «Rebobina otra vez, esta vez más despacio» «Se movió, juro que se movió» Las imágenes se reprodujeron fotograma a fotograma, la forma negra atrapada en las mandíbulas de King se movía débilmente antes de detenerse.

«Está vivo», murmuró uno de los guardianes, con el rostro pálido. La habitación se enfrió. Un león vigilando comida era una cosa. Pero un león vigilando a un ser vivo era algo que nadie había visto antes. Ben apretó las palmas de las manos contra la consola, con la mandíbula tensa. «Tenemos que sacarlo de ahí. Sea lo que sea, no sobrevivirá mucho tiempo así»