La mandíbula de Daniel se tensó. «¿Y qué pasa ahora?» Ben exhaló y volvió a mirar hacia la esquina donde yacía King. «Estamos debatiendo la sedación, pero es arriesgado. Ya está débil por comer menos, y si le pasa algo grave por dentro…»
Sus palabras se interrumpieron, dejando que el silencio llenara los vacíos. Noah miró a los dos hombres, con voz baja pero firme. «Tenéis que ayudarle. No da miedo, sólo… intenta decirnos algo»