Peter decidió ayudar a Natalie y a los niños a encontrar una situación más estable. «Primero, arreglaremos el coche», sugirió. «Luego, volveremos a visitar a los servicios sociales» Natalie asintió, con evidente gratitud. A pesar de todo, Peter sintió una determinación renovada. Esta vez, prometió, las cosas serían diferentes.
A la mañana siguiente, Peter acompañó a Natalie y a los niños a los servicios sociales. «Nos aseguraremos de que estén bien atendidos», le aseguró. La trabajadora social con la que se reunieron parecía realmente interesada en el caso de Natalie, y habló con optimismo de las opciones de vivienda y asistencia laboral.