No era la primera vez que Paul dejaba todo a un lado para ayudar a un solo animal que realmente necesitaba su ayuda. Por ejemplo, una vez había encontrado una cebra atascada en un agujero en el suelo. Pasó horas intentando sacar al animal del agujero. Al final, lo consiguió. Fue la mejor sensación de su vida: había salvado a un animal.
Se acordó de ese día cuando vio al león gordo a lo lejos..