La obsesión se sale de control: esta mujer quiere vivir en una casa de pan de jengibre.

Como empezó la obsesión

 Aunque Tamera tiene buenos recuerdos de hornear pan de jengibre con su hija cuando era pequeña, se convirtió en una obsesión hace solo cinco años. Antes de eso, Tamera había sido una madre y esposa normales, con un trabajo y pasatiempos normales. Todo cambió cuando la señorita Ginger entró en su vida.

Iba caminando al centro cuando pasó por una tienda de antigüedades que estaba realizando una venta de liquidación. Tamera era una verdadera cazadora de gangas y no podía dejar pasar esta oportunidad. Pero cuando entró en la tienda, la caja de $1 no le llamó la atención… 

Allí estaba ella. La persona que pondría patas arriba toda su vida.