La manada lo había estado protegiendo todo el tiempo. Escondiéndolo de la vista. Bloqueando la carretera para que ningún coche pudiera acercarse.
Los rescatadores trabajaron con rapidez, utilizando cuerdas y herramientas para sacar al pequeño jabalí verrugoso de la zanja. Los elefantes adultos permanecieron cerca, inquietos pero cooperativos.
Tan pronto como el jabalí quedó libre, la manada comenzó a retroceder, volviendo lentamente a los árboles.