La gente observaba desde la distancia, sin saber qué hacer. Los elefantes no cargaron ni tocaron la trompeta, simplemente mantuvieron su posición.
Algunos se pararon frente a los árboles, otros a lo largo de la zanja. Unos pocos se movían de un lado a otro, como escudriñando la zona.
Un par de terneros eran visibles entre ellos. Pero había algo en su formación que parecía… intencionado.