Una mujer sigue a un alce hasta el mar tras acercarse a ella en la playa

Una vez libre, la cría correteó hacia su madre, apretando su pequeño cuerpo contra el pelaje húmedo de ésta. La madre dejó escapar un sonido de alivio antes de volver hacia el mar. Sarah exhaló, con el cuerpo aún tenso, pero mientras observaba cómo el alce y la cría se retiraban hacia el agua, sintió una profunda sensación de paz.

Había venido a la playa para escapar, pero en lugar de eso, se convirtió en parte de algo más grande: una breve conexión con una criatura salvaje. Cuando la madre y la cría desaparecieron entre las olas, Sarah se quedó de pie, con la brisa salada rozándole la piel. Sabía que nunca olvidaría este momento.