Un motorista arrolla a 47 vehículos en un túnel suizo y paga el precio de su vida

Por qué unas normas tan estrictas
El túnel se extiende casi 17 kilómetros a través de roca sólida, con un solo carril en cada dirección y sin divisoria física. Intentar adelantar significa entrar en el tráfico que circula en sentido contrario. Además, la iluminación artificial del subsuelo puede crear ilusiones ópticas, haciendo que las distancias parezcan más cortas y las velocidades más difíciles de calcular. En verano, las temperaturas pueden superar los 35 °C, lo que aumenta el estrés y los riesgos mecánicos. En un espacio tan reducido, un solo error puede provocar una catástrofe.

La catástrofe que lo cambió todo
Una colisión mortal en 2001 cambió para siempre el derecho de circulación suizo. Dos camiones chocaron frontalmente en el interior de un túnel, desatando un infierno que alcanzó los 1.200°C. Once personas murieron, y un solo error puede provocar una catástrofe. Once personas murieron y el paso permaneció cerrado durante meses. Desde entonces, Suiza mantiene una política de tolerancia cero para los adelantamientos en túneles largos de montaña. En un túnel cerrado con vías de escape limitadas, una sola colisión puede desencadenar una reacción en cadena de consecuencias devastadoras. La estricta aplicación de la ley en Suiza refleja la verdad de que un movimiento imprudente bajo tierra puede acabar con decenas de vidas en su interior y por encima de él.