Un adolescente restaura un Tesla accidentado y descubre algo totalmente inesperado

Restauración

Durante los tres meses siguientes, Winston trabajó día y noche en el coche. Sustituyó paneles aplastados, reparó el cableado y recalibró el motor, problema por problema. Cada componente parecía guardar un nuevo secreto sobre cómo Tesla diseña sus vehículos para sobrevivir a los impactos.

Gastó unos 25.000 dólares en total -muy por debajo del coste de un Model 3 nuevo-, pero las lecciones que aprendió no tenían precio. No fue hasta que llegó a las fases finales de la restauración cuando se dio cuenta de que este proyecto se había convertido en algo mucho más grande que una reparación.