Un joven estadounidense de 18 años, conocido como Winston, compró un Tesla Model 3 muy dañado por 15.000 dólares con un objetivo en mente: devolverlo a la vida. El reto le entusiasmó: reconstruir desde cero uno de los coches eléctricos más avanzados del mundo.
Pero a mitad de la restauración, Winston descubrió algo que no esperaba. Oculto en lo más profundo del ordenador integrado en el coche había un vídeo que revelaba el momento exacto del accidente, un descubrimiento que convirtió su sencillo proyecto de reparación en algo mucho más personal e inolvidable.
Más información en la página siguiente: