Un coche eléctrico quemado acaba en el desguace, pero los trabajadores encuentran algo totalmente inesperado

El todoterreno llegó con la parte trasera muy dañada y un lateral parcialmente carbonizado, resultado de un incendio tras un acto vandálico. Durante la inspección técnica, sin embargo, el equipo se llevó una sorpresa: a pesar de los daños visibles, el coche arrancó sin problemas y aún podía circular.

La explicación estaba en la batería. El pack de 64,8 kWh, montado en el suelo, permanecía intacto. Aunque la parte trasera se había quemado casi hasta dejar el chasis al descubierto, el sistema de alto voltaje seguía funcionando perfectamente. Era la prueba de que los vehículos eléctricos no sucumben fácilmente al fuego, aunque este en concreto estaba destinado al desguace.

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