Un viaje al que pocos coches sobreviven
Durante décadas, este chófer profesional vivió al volante, convirtiendo su berlina diésel en una leyenda rodante. Largas noches, viajes transfronterizos y temporadas pasadas íntegramente en autopistas… todo suma. Donde la mayoría de los coches se habrían rendido, su Mercedes se convirtió en un ejemplo vivo de lo que es la verdadera durabilidad.
El secreto del kilometraje extremo
¿Cómo sobrevive un coche tanto tiempo? No es cuestión de suerte, sino de disciplina. Los estrictos programas de mantenimiento, los cambios de aceite y filtro como un reloj, las sustituciones preventivas de las piezas de desgaste y unos hábitos de conducción cuidadosos mantuvieron vivo el motor. Sin revoluciones imprudentes, calentando siempre correctamente y utilizando combustible y lubricantes de calidad, cada kilómetro se ganaba a pulso.