Ocurre todos los días en Japón, pero sería impensable en cualquier otro luga

Escolares que viajan solos en tren
Todas las mañanas, en ciudades de todo Japón, se ven niños pequeños -algunos de sólo seis años- que suben solos a los trenes públicos. Pulcramente vestidos con uniformes y gorros o mochilas de color amarillo brillante, recorren los abarrotados andenes sin la supervisión de ningún adulto.

Para los visitantes, puede parecer peligroso o incluso negligente. En muchos países, perder de vista a un niño, y menos aún en un tren público, haría saltar las alarmas. Pero en Japón se considera parte normal del crecimiento.

Este ritual cotidiano dice mucho de la importancia que se da en el país a la seguridad, la confianza y la responsabilidad comunitaria. Lo que en otros lugares se consideraría una imprudencia, en Japón es un símbolo de independencia y cohesión social.