Los escolares limpian sus aulas
En las escuelas japonesas no hay conserjes que barran el suelo o limpien los pupitres. En su lugar, los alumnos limpian las aulas, los baños e incluso los pasillos todos los días.
Para una persona ajena al país, podría parecer un castigo. Pero en Japón, esta rutina sirve para enseñar responsabilidad, respeto por los espacios compartidos y humildad.
Es una práctica basada en valores, no en la comodidad. Y es un recordatorio diario de que nadie es demasiado importante para recoger lo que ensucia.