Un conductor espectacularmente insensato atraviesa un puerto de montaña mojado a 180 km/h y ahora paga el precio más alto

Este incidente sirve de dura advertencia para cualquiera que se dirija al sur o a los Alpes este invierno. La policía francesa intensifica la vigilancia en rutas como la A75 por una razón: las carreteras de montaña registran tasas de accidentes desproporcionadamente altas.

Los coches modernos inspiran confianza: son silenciosos, estables y están equipados con ayudas electrónicas que te mantienen en la carretera. Pero en un puerto de montaña empapado por la lluvia a 1.100 metros de altitud, la naturaleza siempre gana a la tecnología. Este conductor parisino ha aprendido la lección. Le ha costado el carné y, probablemente, el coche.