Por increíble que pareciera la historia, resultó ser completamente cierta. Los coches pertenecieron a su abuelo, que había tenido un negocio de alquiler de coches exóticos en los años ochenta. Cuando los seguros se dispararon, cerró la empresa. En lugar de vender los coches que quedaban, aparcó algunos en su garaje y, con el tiempo, desaparecieron de su memoria.
El Countach LP500 S es una rareza: sólo se fabricaron 321 unidades. Su motor V12 de 4,8 litros entrega 385 CV y permite alcanzar casi 300 km/h. El Ferrari 308 GTS, famoso por Magnum, P.I., puede ser más modesto, pero sigue siendo un favorito de los coleccionistas. En buenas condiciones, el Countach por sí solo puede superar los 350.000 euros; el Ferrari añade otra importante suma.