Cuando un estudiante aceptó ayudar a su abuela a ordenar su garaje, esperaba mover unas cuantas cajas. En lugar de eso, se metió en una cápsula del tiempo. Tras montones de muebles viejos y cortinas descoloridas por el sol yacían dos iconos de los años 80: un Lamborghini Countach LP500 S y un Ferrari 308 GTS Targa. Ambos llevaban dos décadas intactos, acumulando polvo en silencio, y juntos valían más de medio millón de dólares.
En cuanto abrió la puerta del garaje, la escena se congeló en el tiempo. Un Countach blanco impoluto descansaba bajo una lona polvorienta, con sus afiladas líneas aún inconfundibles. Cerca había un Ferrari 308 rojo, parcialmente desmontado y sin ruedas. Conmocionado, el estudiante tomó unas cuantas fotos y las compartió en Reddit. En pocas horas, el post se hizo viral. «Incluso cubierto de óxido y polvo, el Countach de la abuela sigue siendo la cosa más chula que he visto nunca», escribió.