Un sacerdote pide a la novia que se aparte mientras el novio se declara a su hermana: su reacción sorprende a todos

Clara se rió. «Así es Stephanie. Lo quiere todo perfecto» Él asintió, aunque la mirada de sus ojos decía más que sus palabras. Clara prefirió no insistir. Las semanas transcurrieron como un torbellino de planes. Stephanie organizó catas, conoció a floristas y programó pruebas de vestuario. Cada vez que Clara le daba las gracias, la sonrisa de Stephanie apenas parpadeaba.

«Cualquier cosa por ti», le decía con voz firme, casi ensayada. La noche de una cena familiar, Clara estaba sentada acurrucada en el sofá, con las mejillas sonrojadas por el vino. Stephanie se acomodó a su lado con una carpeta ordenada. «Unas cuantas cosas rutinarias», le dijo suavemente. «Depósitos, reservas de locales, nada dramático»