Un sacerdote pide a la novia que se aparte mientras el novio se declara a su hermana: su reacción sorprende a todos

Parpadeó y se le saltaron las lágrimas, reconfortada por la idea de que, por fin, Stephanie le estaba tendiendo la mano. «De acuerdo», dijo sonriendo. «Si realmente quieres» Los labios de Stephanie se curvaron en una sonrisa tranquila. «Quiero. Más que nada»

A partir de ese momento, se metió de lleno en el papel de planificadora. Desenterró la caja que habían llenado de niñas con recortes de revistas de vestidos de novia y bocetos de tartas dibujados a mano. Juntas la hojearon, riéndose de los brillantes vestidos y los torpes diseños que una vez les parecieron mágicos.