Un sacerdote pide a la novia que se aparte mientras el novio se declara a su hermana: su reacción sorprende a todos

Ambos nos han bloqueado» La habitación se quedó en silencio. Había tres teléfonos sobre la mesita, cada uno con el mismo mensaje de rechazo. El pecho de Clara se apretó como si el aire mismo se hubiera vuelto contra ella. «Nos han bloqueado a todos», susurró. «Juntas» Phoebe se acercó más, con la voz tensa por la incredulidad. «Es deliberado. No quieren que tú, ni nadie, llegue hasta ellos»

Aquellas palabras provocaron un escalofrío en toda la habitación, más que el silencio que siguió. Clara se quedó paralizada, mirando los teléfonos de la mesa como si de pronto fueran a iluminarse con una explicación. Pero no llegó nada. El silencio se hizo más denso y se extendió por todos los rincones de la habitación. Finalmente, Phoebe cogió su propio teléfono.