Un sacerdote pide a la novia que se aparte mientras el novio se declara a su hermana: su reacción sorprende a todos

Pero no hubo risas. No hubo explicaciones. La madre de Clara se levantó y se llevó la mano al pecho. «Esto no está bien», susurró, con los ojos muy abiertos por la incredulidad. Su padre se puso a su lado y su voz retumbó en medio del silencio. «¡Basta ya! Estefanía, detén esta locura»

Por un momento, Clara sintió un destello de esperanza. Sus padres pondrían fin a todo aquello. Pero Stephanie giró hacia ellos y su sonrisa se transformó en rabia. «¡No os atreváis a arruinarme esto!», gritó, con su voz resonando por todo el jardín. «Este es mi momento especial y no me lo vais a quitar»