Una manada de lobos irrumpe en una escuela primaria y una profesora llora al ver lo que lleva uno de ellos en la boca

El corazón de Tina latía con fuerza mientras gritaba a James: «¡Voy a sacarte a ti y a estas criaturas de ahí! Sólo aguanta!» Sabía que tenía que idear un plan y rápido. Miró desesperada a su alrededor y vio un gran árbol cerca. Se le ocurrió una idea: podía utilizarlo para anclar la cuerda.

Se apresuró a sacar la cuerda de repuesto de la bolsa de James y la enrolló alrededor del árbol, tensándola y haciendo un nudo triple. Satisfecha de que aguantara, gritó: «James, he asegurado la cuerda. Empieza a entregar a las criaturas una a una. Me aseguraré de que estén a salvo»