Al darse cuenta, sintió un escalofrío: no estaban solos. El lobo que había irrumpido en la escuela, causando caos y confusión, formaba parte de un misterio mayor, uno que yacía oculto bajo la tierra en este pozo olvidado. Mientras la luz de James bailaba sobre las formas que se movían debajo, él la llamó: «¿Son las mismas criaturas, Tina?»
«Sí», confirmó Tina. «El paquete…. quizá nos trajo aquí a propósito», la voz de James temblaba, sus palabras resonaban en las húmedas paredes del pozo. «Parece que querían que encontráramos a los bichos atrapados aquí abajo» Tina, mirando en la oscuridad iluminada por el haz tembloroso de la linterna de James, sintió un escalofrío que le recorría la espalda.