Nathaniel hizo una señal de calma levantando la mano. «Quédate quieto», dijo a través de su regulador. Su mente científica bullía de entusiasmo, viendo oportunidades donde otros percibían peligro. Observar ballenas tan cerca ya era raro. ¿Observarlas rodear un arrecife tan de cerca? Prometía datos que ninguna revista había publicado jamás.
Las ballenas estrecharon su formación, moviéndose como enormes centinelas alrededor del arrecife. La luz del sol moteaba sus lomos estriados mientras descendían y ascendían en arcos sincronizados. Nathaniel filmaba febrilmente, todos sus instintos le decían que este comportamiento significaba algo. Sin embargo, no podía descifrar si el círculo era un ritual, una advertencia o algo totalmente desconocido.