Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

Y allí, en la penumbra, los ojos de Luka se posaron en una escena desgarradora: un pequeño osezno. Su diminuta figura yacía en el suelo del garaje y su respiración agitada revelaba su estado de debilidad. Luka comprendió que la osa a la que había estado siguiendo era probablemente la madre del osezno. Pero, ¿qué circunstancias les habían llevado a esta cita inesperada? ¿Tenía algo que ver con su vecino? Esperaba que no..

Mientras la madre atendía a su osezno enfermo, Luka se dirigió rápidamente hacia su vecino en busca de respuestas a la desconcertante situación. Resultó que el hombre se había topado con el osezno enfermo en el bosque hacía aproximadamente una hora.