Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

La tentación de retroceder y escapar del impredecible camino que tenía ante sí tiraba de la determinación de Luka. La opción lógica sería dar media vuelta, distanciarse del enigmático viaje que el oso parecía querer emprender. Sin embargo, un sentimiento de compasión se agitó en su interior, un anhelo de ofrecer ayuda a la criatura que le había arrastrado a esta expedición laberíntica.

Mientras Luka observaba cómo el oso avanzaba, distanciándose de él, un sentimiento de responsabilidad se apoderó de su ser. Abandonar al animal para que navegara solo por un terreno desconocido le parecía injusto y carente de compasión. A pesar de la naturaleza misteriosa de su vínculo, no podía ignorar la llamada para apoyar a la enigmática criatura.