Un oso saluda a su familia todas las mañanas y un día su padre descubre algo sorprendente

Un cambio repentino en el comportamiento del oso hizo que Luka se detuviera. La criatura se detuvo bruscamente, como si el tiempo se hubiera congelado. Luka, desprevenido, evitó por los pelos una colisión, con los sentidos agudizados por el encuentro cercano.

Observando su entorno, Luka se esforzó por discernir la causa de la peculiar detención del oso. Sus ojos escudriñaron los alrededores, buscando cualquier signo de urgencia o actividad inusual. Sin embargo, para su desconcierto, todo parecía aparentemente ordinario, carente de cualquier anormalidad discernible. El misterio se profundizó, dejando a Luka perplejo y curioso.