Una madre deja que un veterano ocupe su asiento en el avión y se pone pálida cuando se da cuenta de quién es..

El veterano bebió lentamente. Le temblaban tanto las manos que Elise se preguntó si debía sostenerle el vaso. Parecía presa de una fuerte emoción. Permaneció así un rato.

Finalmente, tras un esfuerzo, se relajó y terminó de beber los últimos tragos de agua con un largo suspiro. Se volvió hacia ella y le dijo: «Lo siento mucho. Mis nervios ya no son lo que eran. A veces, estos episodios vienen cuando menos me lo espero. Perdona otra vez las molestias»