Los últimos momentos de Andrew, documentados en una cinta recuperada de su kayak, reflejan su espíritu aventurero y los riesgos que corría. Se preguntaba si había asumido demasiado, pero siguió adelante con pasión. Esta última imagen de su cámara es un recuerdo evocador y poderoso de un hombre que vivió por la emoción de la aventura, abrazando la llamada del mar con valentía y determinación.