Una niña dice a sus padres que tiene un gemelo en el colegio. Al día siguiente el padre pide el divorcio

Emily se secó las lágrimas, pero sus palabras salieron vacías. «Nunca quise llegar a esto. Creí que podría arreglármelas: vidas separadas, familias separadas. Intenté sacar a Anna, pero ya se había instalado. No pude hacerlo» Sus excusas no sirvieron de nada, el daño era irreparable.

A John se le cortó la respiración mientras las palabras huecas de Emily flotaban en el aire. No podía soportarlo por más tiempo: el peso de su traición, las mentiras que había estado alimentando durante años. Se le oprimió el pecho, asfixiado al darse cuenta de que todo lo que habían construido había sido una fachada.