A John se le hinchó el pecho, su mente se tambaleaba ante la traición que tenía delante. Emily estaba allí de pie, temblando, y su silencio lo confirmaba todo. El hombre, Thom, entrecerró los ojos, confundido, y se adelantó de nuevo. «¿Quién eres realmente?», preguntó, con la voz tensa por la sospecha.
John se volvió hacia Thom, con la ira a flor de piel. «Soy su marido. Llevamos doce años casados», le espetó, con la voz cargada de traición. Thom perdió el color de su rostro. Se volvió hacia Emily, ahora con la voz llena de incredulidad. «¿Qué es esto, Emily? Pero Emily guardó silencio.