Un camión pierde su carga en la autopista y el conductor se da cuenta..

El camino se detuvo al borde de una antigua cantera, cuya cuenca estaba llena de agua negra que reflejaba los relámpagos. No había otro sitio adonde ir. Frenó en seco y el camión se detuvo en seco, con los neumáticos semienterrados en el barro y el agua.

El capó emitía un silbido de vapor. El motor tosió y luego se apagó. Dan golpeó el volante una vez, con la adrenalina a flor de piel, y cogió la linterna de emergencia de la guantera. El pulso le retumbaba en los oídos mientras se adentraba en la lluvia, con las botas hundidas en el barro.