Cuando la policía interrogó a Jonathan después de detenerlo, descubrieron una verdad espeluznante: Jonathan era el compañero de piso del ex novio de Amelia. Su ex le había pedido a Jonathan que saliera con ella, la sedujera y capturara fotos comprometedoras para publicarlas en Internet, buscando venganza por la ruptura.
Amelia estaba horrorizada, incapaz de comprender cómo su simple búsqueda de amor la había llevado a una trama tan retorcida. Se estremeció al darse cuenta de lo fácilmente que había sido manipulada, blanco de la encantadora fachada de Jonathan y casi humillada de una forma tan cruel y calculada.