Su hijastra se quedó con la herencia de su marido y recibió una sorprendente carta del banco

Era una adolescente cuando Gwen entró en escena, y el momento no había ayudado. Elizabeth creía que Gwen era el motivo de la separación de sus padres, a pesar de la sinceridad del propio Albert. Gwen había intentado ser paciente, generosa, abierta. Pero nada parecía llegarle. El resentimiento persistía como un muro entre ellos.

Con el tiempo, Gwen se dio cuenta de la facilidad con que Elizabeth podía torcer las cosas a su favor. Era cuidadosa con su tono, manipuladora con sus palabras, especialmente con Albert. Gwen la había visto pedir las cosas con suavidad, luego con firmeza y después con insistencia. Albert siempre cedía. Al final, Gwen dejó de interferir y se retiró.