Un soldado vuelve a casa después de 2 años – Se pone pálido cuando su hija le dice: «Mamá tiene un secreto…»

Una noche, Emily le tiró de la manga, susurrándole sobre una «habitación secreta» Soltó una risita antes de que él pudiera preguntar más, y luego señaló el cajón cerrado del escritorio de Sarah. «Mamá me dijo que no lo tocara» Michael sonrió ante su travesura, pero se le apretó el pecho. Los niños inventaban cosas, pero a veces se les escapaba la verdad.

Durmió a duras penas. El crujido de las tuberías y el zumbido del frigorífico lo mantenían en vilo, sonidos a los que no estaba acostumbrado desde hacía tiempo. Cada gemido de la casa le crispaba los nervios, aunque se recordaba a sí mismo que era la vida civil a la que tenía que readaptarse. Aun así, el descanso nunca duraba mucho.