Aparece un enorme socavón en el terreno de una familia. Lo que la policía encuentra en el fondo deja a todos helados

Ninguna respuesta era lo bastante contundente. No cuando sabía que un preso ya había salido a la superficie. Si un hombre se había colado, otros podrían haberlo hecho también. Daniel permaneció despierto mucho después de medianoche, mirando el sumidero que brillaba bajo los focos. Cada sombra en el patio le parecía un movimiento. Cada sonido, una amenaza.

El interrogatorio del preso capturado dio más de sí de lo que nadie esperaba. Entre maldiciones y silencios, finalmente se rompió: eran dos. Uno había sido capturado en el túnel. El otro había logrado salir. Un solo hombre, suelto en la noche. La revelación heló a Daniel más que el propio socavón.