Aparece un enorme socavón en el terreno de una familia. Lo que la policía encuentra en el fondo deja a todos helados

Dentro, la casa parecía más pequeña, sofocada bajo el peso del miedo. Claire lo acorraló en la cocina, con voz cortante. «Esto no es seguro, Daniel. ¿Y si salen más de ahí? ¿Y si…? Se interrumpió, mirando a los chicos en la habitación contigua. Su silencio fue suficiente.

Aquella tarde, la policía confirmó lo que Daniel ya sospechaba. La trayectoria del túnel coincidía perfectamente con la de la prisión estatal, a kilómetros de distancia. Los fugitivos llevaban meses, tal vez años, cavando el túnel hacia la libertad sin que nadie los viera. El derrumbe no había sido fortuito, sino el resultado de sus desesperadas excavaciones.