«¿Quién más tenía acceso?» Merritt preguntó. Su tono era neutro, de investigación, más de curiosidad que de confrontación. Hacía tiempo que había aprendido que la verdad a menudo surgía de la calma, no del calor. Quería desentrañar esto con cuidado.
«Sólo otra persona», respondió Lowell, repasando sus notas. «Leonard Henson, administrador de la junta del orfanato» El juez lo anotó. Parecía que el caso contra el acusado era muy grave.