Una mujer encuentra a su perro en el patio trasero, ¡y lo que ocurrió a continuación le hizo llorar!

Cuando miró por la ventana del salón, se dio cuenta de que el cielo había adquirido un extraño color, gris, que se deslizaba hacia un extraño tono verde azulado. Los árboles de la lejanía ya habían empezado a balancearse y podía oír cómo los cristales de la ventana gemían ligeramente bajo la presión.

Se dio la vuelta para bajar las escaleras -foto en mano- cuando lo oyó. Ladridos. Ráfagas cortas y agudas, una y otra vez. Frunció el ceño. Ninguno de sus vecinos tenía perro, así que ¿de dónde venía ese sonido? Siguió avanzando hacia el sótano, pero el sonido era cada vez más fuerte.