En 1997 tuvo septillizos, luego su marido la abandonó, vea cómo lucen 26 años después

Pensó en los cumpleaños que se había perdido. Las obras del colegio. Las visitas al hospital. Las noches en que lloraron y las mañanas en que se levantaron de todos modos. Había abandonado siete vidas antes de que empezaran. Y ahora que habían florecido, estaba claro: nunca le habían necesitado para crecer.

Jules se lo contó todo a sus hermanos aquella noche. La confrontación en la sala de espera. La desesperación de Vincent. Sus excusas. Y cuando Linda lo oyó, no lloró. Asintió en silencio, con los ojos pesados, como si una puerta cerrada hacía tiempo se hubiera cerrado para siempre.