En 1997 tuvo septillizos, luego su marido la abandonó, vea cómo lucen 26 años después

Linda sonreía de orgullo al publicar la foto de graduación de Jacob. Se le hinchó el corazón: Derecho en Harvard. Lo había conseguido. Veintiséis años de lucha, lágrimas y noches en vela la habían llevado hasta allí. Su sueño, que antes pendía de un hilo, ahora se alzaba con toga y birrete.

Sus siete hijos estaban sanos, eran felices y prosperaban. A pesar de todos los días oscuros, había resistido. Y ahora sentía que Dios por fin le había respondido. La gratitud brotaba de ella como la luz del sol. Lo que no sabía era que esa simple publicación en Facebook estaba a punto de cambiarlo todo, para ella y para los septillizos.