Un velero queda varado y se topa con piratas: ¡lo que hace la tripulación para sobrevivir los deja a todos atónitos!

Ethan no se inmutó, aunque sus nudillos se blanquearon donde apoyaba la mano en la barandilla. «No se están precipitando», dijo en voz baja, más para sí mismo que para Liam. «Saben que no podemos ir a ninguna parte» Liam tragó saliva. La comprensión aplastó la poca esperanza a la que se había aferrado: los piratas no tenían prisa porque disponían de todo el tiempo del mundo.

Entonces llegó el primer golpe seco. Una pesada bota aterrizó de lleno en la cubierta del Aurora’s Wake. Los ojos de Liam se clavaron en Ethan, con el terror reflejado en su rostro. Ethan no se movió. Se limitó a respirar lentamente, preparándose para lo que vendría a continuación. Más botas golpearon la cubierta en rápida sucesión, y cada impacto hizo temblar los tablones de madera.